¿Cómo tratar la rinitis alérgica?
Caracterizadas principalmente por la obstrucción nasal, el goteo nasal, el picor de nariz y los estornudos, las crisis de rinitis alérgica son capaces de dificultar la realización de diversas tareas cotidianas como dormir, estudiar, trabajar, hacer deporte y concentrarse.
Al igual que otros tipos de alergias, se producen por el contacto con sustancias inofensivas que se consideran “enemigas” del organismo. Esto genera una respuesta inmunitaria exagerada que, además de los síntomas mencionados, puede provocar picores en el paladar, los ojos y los oídos.
Entre los principales agentes causantes de la rinitis alérgica están los ácaros del polvo, los hongos, el pelo de los animales, los olores fuertes y el polvo doméstico. Es posible que con el tiempo, la persona alérgica también desarrolle sensibilidad a más de uno de estos factores tras un contacto frecuente.
Tratamiento de la rinitis
La buena noticia es que la enfermedad puede tratarse. Para ello, el primer paso es acudir a un médico. Allí debe explicar la importancia de lavar la nariz con suero fisiológico dos o tres veces al día, ya que este hábito no sólo ayuda a eliminar las impurezas y las secreciones, sino que también combate las molestias y las reacciones alérgicas más intensas.
Para prevenir las crisis, los especialistas también recomiendan que la persona controle las infiltraciones en el interior de la casa y priorice el uso de un paño húmedo en lugar de una escoba a la hora de limpiar. Todo con la intención de reducir la presencia de hongos, ácaros, moho y hongos en el lugar donde vive el paciente alérgico.
Sin embargo, no siempre es posible evitar la exposición a los alérgenos. En este caso, se recomiendan medicamentos antialérgicos y corticoides para aliviar los síntomas. Siempre deben utilizarse bajo supervisión médica para garantizar la eficacia y la seguridad del tratamiento; al fin y al cabo, todos los medicamentos tienen contraindicaciones y posibles efectos secundarios que deben tenerse en cuenta antes de su uso.
Uno de los aspectos que hay que analizar antes de elegir un antialérgico, es si provoca somnolencia. Contrariamente a lo que muchos creen, hoy en día existen medicamentos de este tipo que atenúan las reacciones alérgicas sin provocar sedación, pertenecientes a una generación más moderna.
Todas estas medidas ayudan a controlar la rinitis alérgica, aunque no tienen cura. Es fundamental que los alérgicos lo sepan y entiendan que el objetivo principal del tratamiento es dejarlos asintomáticos el mayor tiempo posible, mejorando su calidad de vida.
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