Leche de soja: propiedades, beneficios y contraindicaciones

La leche de soja o soya es una bebida elaborada a partir de granos de soja molidos con agua, cocidos al vapor durante 15-20 minutos y luego tratados térmicamente para darle valor nutritivo y complementarlos con vitaminas y minerales. Por último, se esteriliza y se homogeneiza. Algunos expertos consideran que esta bebida de soja no debe llamarse “leche”, aunque lo parezca.

La leche de soja es ideal para las personas con gustos sensibles o para aquellas cuyo cuerpo no tolera los productos lácteos.

La leche de soja tiene un alto contenido en vitaminas A y E, fitoesteroles y polifenoles. Es rico en nutrientes, proteínas y antioxidantes que son buenos para el organismo. No tiene colesterol, es bajo en calorías y grasas, con un 20% de grasas saturadas y poliinsaturadas.

Diferencias

La leche de soja es muy diferente de la leche de vaca. Las principales diferencias radican en los tipos de nutrientes que contienen.

Hierro: La leche de vaca contiene más hierro que la leche de soja, especialmente la leche entera. La leche entera es rica en ácidos grasos saturados y contiene colesterol, mientras que la leche de soja no contiene colesterol, que es sustituido por citosterol (colesterol vegetal) y contiene ácidos grasos poliinsaturados.

El citosterol no tiene efectos perjudiciales para el organismo. La cantidad de grasa de las bebidas de soja es menor, igual a la de la leche semidesnatada.

El valor energético de la leche de soja es inferior al de la leche de vaca (650 kcal/litro de leche entera frente a 524 kcal/litro de bebida de soja). Asimismo, la leche de soja tiene un contenido de calcio inferior al de la leche de vaca, concretamente 100 miligramos por cada 100 gramos de bebida de soja.

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Beneficios para la salud

La leche de soja sin colesterol es buena para el corazón y el sistema circulatorio. Según la FDA, el consumo diario de leche de soja mantiene los niveles normales de colesterol, que pueden provocar problemas cardíacos.

Contiene unos compuestos químicos denominados fitoestrógenos, que han demostrado reducir los niveles del llamado colesterol malo (LDL) al suprimir los efectos nocivos de los estrógenos naturales del organismo.

Mejora los síntomas de la menopausia: la leche de soja, en combinación con el ejercicio, reduce los desagradables síntomas de la menopausia gracias a las isoflavonas, que pueden actuar de forma similar a los estrógenos femeninos. Estos compuestos bioactivos favorecen la salud de la mujer al prevenir los sofocos, la fatiga, los sudores nocturnos, los cambios de humor y los dolores de cabeza.

Diabetes: la leche de soja es uno de los productos con menor índice glucémico, por lo que es muy recomendable para las personas con diabetes de tipo 2 por sus efectos antihiperglucémicos (evita que suba el azúcar en sangre) y antihiperinsulinémicos (evita que suba la insulina en sangre). Por su bajo contenido en grasa, es muy útil para prevenir la aterosclerosis o el endurecimiento de las arterias.

Fortalece los huesos: los beneficios de la leche de soja para los huesos son innegables, no sólo porque previene la pérdida de masa ósea y la osteoporosis, sino también porque la combinación de fitoestrógenos y proteínas vegetales es ideal para la formación de los huesos. Además, mantiene unos niveles adecuados de calcio en los huesos gracias al alto contenido en vitamina D de la leche de soja.

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Buena digestión: Esto se debe a que no pierde sus nutrientes incluso después de la ebullición. Al no ser un producto lácteo, es una alternativa saludable para quienes prefieren evitar los productos animales o complementar su dieta con otra cosa.

Protege la piel: las propiedades hidratantes, suavizantes y protectoras de la leche de soja actúan sobre todo tipo de pieles, desde las secas hasta las maduras, restaurando el tejido celular y ayudando a que la piel respire mejor. Sus propiedades antioxidantes favorecen la producción de colágeno y elastina al inhibir la oxidación de los radicales libres, lo que se traduce en una piel más firme y radiante.

La leche de soja puede encontrarse en productos para el cuidado de la piel. Se utiliza sobre todo en cremas hidratantes para pieles maduras, que pierden elasticidad con la edad.

La leche de soja es óptima para los alérgicos a las proteínas de la leche de vaca y los intolerantes a la lactosa.

Además, la idea de que la leche de soja ayuda a perder peso es un mito; los expertos dicen que no es así, aunque puede incluirse en algunas dietas de adelgazamiento, al igual que la leche de vaca semidesnatada.

Leche de soja para niños

La leche de soja no debe sustituir a los productos lácteos en los niños, ya que es esencial para su desarrollo y correcto crecimiento.

Hasta los 6 meses de edad, los niños deben ser alimentados exclusivamente con leche materna. Desde los 6 meses hasta los 12 meses de edad, se recomienda continuar con la lactancia materna.

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De uno a dos años de edad, es aconsejable continuar la lactancia con leche materna, que puede combinarse con otros productos lácteos fermentados. Si la madre no puede continuar con la lactancia materna, es aconsejable dar la leche adecuada a los niños de esa misma edad. A partir de los dos años, las bebidas de soja pueden darse sin problemas.

Efectos secundarios

Aunque el consumo de leche de soja no suele ser perjudicial, puede provocar algunos efectos secundarios debido a un consumo excesivo.

Problemas reproductivos. El consumo indiscriminado de leche de soja puede provocar la pérdida temporal de la fertilidad en los jóvenes debido a que los fitoestrógenos superan los niveles recomendados.

Problemas hormonales. El consumo incontrolado de leche de soja puede provocar hipotiroidismo subclínico, fatiga crónica y obesidad.

Contraindicaciones  y Desventajas

El principal inconveniente de la leche de soja es la alergia a la proteína de soja; la reacción depende de la sensibilidad del individuo.

Personas con alergias. Las personas alérgicas o intolerantes a la proteína de soja no deben tomarla. La ingestión accidental puede causar urticaria o dolor de garganta.

Condiciones médicas. No se recomienda su uso en personas con problemas de tiroides, ya que puede aumentar el tamaño de la glándula tiroides y provocar cambios en el páncreas.

Embarazo. No se sabe si es inofensivo para el feto, por lo que no debe ser utilizado por mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.

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